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miércoles, 6 de abril de 2011

El respeto: Un valor a recuperar

Por Inés Muñoz Aguirre

Un país se pierde en los pequeños detalles. Igual que como se pierden millones de litros de agua a través del bote de una tubería. Vamos perdiendo valores y casi sin darnos cuenta vamos cayendo en cometer errores que hemos criticado. Repetimos las equivocaciones, nos volvemos condescendientes y al final nos acostumbramos.
Cuando llegamos a la etapa de la costumbre creemos que el país está perdido sólo en sus grandes problemas y nos volvemos incapaces de entender que esa especie de debacle que sentimos a veces  a nuestro alrededor, tiene su origen en lo que hemos ido dejando escapar.
En estos días vi una entrevista a la señora Virginia Betancourt realizada por un colega contemporáneo (hago referencia a esto para ubicar elementos de educación en un mismo contexto generacional) que trataba con todo desparpajo a su entrevistada de TU. La invitada quien estaba allí gracias a su libro “Vida en familia”, habló gran parte del programa de su papá Don Rómulo Betancourt, ex presidente de la República y poco de su reconocida trayectoria personal que como todos apreciamos va más allá de ser la hija de un ex presidente, hago referencia a esto porque son más razones para su jerarquía que merece respeto. Para completar el cuadro habló de su fecha de nacimiento lo cual nos permitió conocer de primera fuente, que la señora supera los 80 años de edad.
Sufrí de vergüenza ajena. Recordé las enseñanzas familiares que pregonaban respeto a los mayores, pero también recordé las enseñanzas universitarias que nos hablaban de la diferencia entre el periodista y el entrevistado. Preceptos que planteaban que en el proceso del trabajo debían guardarse las distancias entre el entrevistador y su invitado.
Como país deberíamos disculparnos ante la señora Betancourt. Tenemos que asumir que las teorías que buscan incentivar en la gente que todos somos iguales, no hacen más que desmerecer la trayectoria de todos los que trabajan por ser mejores y por contribuir al desarrollo de la patria. Tenemos que asumir que sí hay quienes desde sus posiciones, se hacen diferentes a la mayoría (Nos guste o no).
El país nos reclama la recuperación del respeto. Es  importante asumir en la redención urgente de nuestros valores que el que haya personas que lo merezcan, de la misma forma que merecen el reconocimiento y tratamiento de usted, significa que aún tenemos ejemplos que seguir.